[Wellness Talks] Cómo hacer un SPA
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Bienvenido, señor. ¿Cómo le va?
En este locker puede dejar sus cosas. Ahí encontrará una bata y unas sandalias. Le pedimos que salga en traje de baño para disfrutar
primero de los hidromasajes y las experiencias de agua, y después pasar a su masaje de piedras calientes.
Lo dejo para que se cambie.
La experiencia de spa dura casi tres horas. Independientemente del estado mental que tenga el usuario durante ese tiempo, el spa tiene miles de oportunidades para llevarlo a un estado de relajación y paz. A veces, incluso, despierta una chispa creativa para un nuevo proyecto. Otras veces puede marcar el inicio —o la culminación— de un largo proceso de sanación que solo ocurre cuando el usuario suelta sus constructos mentales y se permite conectar con su cuerpo y con las fuerzas que ahí habitan, pero que su mente normalmente bloquea.
No importa si el usuario sabe respirar conscientemente o no. El espacio, la música, el aroma, la temperatura, las miradas, el tipo de contacto humano, los precios, la cantidad de gente… pueden hacer que la experiencia oscile entre un martirio o una vivencia de transformación profunda e inolvidable.
Carmelina Montelongo diseña este tipo de experiencias. No solo elige si el espacio olerá a lavanda o copal, sino que también capacita al personal sobre cómo reaccionar ante situaciones incómodas, como una insinuación sexual durante un masaje. Diseña sensaciones, pero también administra cabinas, flujos de clientes y rentabilidad por metro cuadrado. Tiene que calcular cuánta capacidad instalada tiene para atender a cierto número de usuarios por hora, y cómo lograr que cada rincón del lugar —cabina, alberca, regadera, terapeuta— genere un retorno económico sin perder accesibilidad ni deseo de regreso por parte del usuario.
Para muchos, crear un spa puede sonar fácil. Hasta divertido. Pero en un mundo sobrecargado de lugares que prometen bienestar, ofrecer algo verdaderamente transformador es cada vez más difícil.
Por eso invité a Carmelina Montelongo, consultora de espacios de bienestar que van desde spas hasta centros de biohacking, restaurantes y hoteles, a conversar sobre el mindset que los creadores de estos espacios necesitan, y cómo ese mindset está cambiando según las nuevas tendencias internacionales.
¿Qué implica realmente decir que “el propósito lo alinea todo” cuando estás calculando rentabilidad, seleccionando aromas y diseñando regaderas? ¿Qué significa insistir en que la viabilidad económica debe pensarse desde los primeros planos arquitectónicos y tal vez aún antes de elegir un logo o nombre para el lugar?
Para Carmelina, “todo espacio cuenta una historia”, y esa historia debe ser coherente con el diseño conceptual, espacial y financiero de cualquier lugar de Wellness. Porque en un mundo donde entendemos que el bienestar no es solo físico, sino también mental, espiritual, social y ambiental, todo el tiempo debemos de preguntarnos: ¿cómo crear espacios donde somos “artesanos del cuerpo físico” —y también del cuerpo mental, social, espiritual y ecológico?
¿Y cómo transmitirle esto no solo a los clientes, sino también a los inversionistas, que buscan retorno pero que ya sienten que los números no pueden ser el único indicador?
Carmelina es ingeniera industrial con más de quince años de experiencia en el mundo del bienestar. Tras una carrera corporativa en Nestlé fundó su primer spa en Mérida. Más tarde, trajo a la vida y dirigió el área de Wellness en Chablé Yucatán, reconocido como uno de los mejores spas del mundo. Hoy lidera Sisi Atelier, su firma consultora, y ha desarrollado un curso de Gestión Financiera para Spas y Wellness en la Universidad de California en Irvine.
Te invito a la próxima Wellness Talks con Carmelina Montelongo, el martes 8 de julio a las 8 p.m. hora de la CDMX.
Conversaremos sobre:
El triángulo perfecto del diseño en centros de bienestar: concepto, espacio, finanzas.
Indicadores económicos de centros de bienestar como spas, centros holísticos y médicos.
La relación con inversionistas y cómo proyectar proyectos financieramente viables pero también humanos e innovadores.
Las últimas tendencias internacionales en espacios de hospitalidad.
Qué pasos tomar para operar exitosamente un espacio de bienestar.
Quizás el bienestar no se construye solo con aceites esenciales ni con hojas de Excel, sino con la capacidad de entretejer propósito, forma y fondo.
Detrás de cada espacio que transforma hay una visión bien diseñada, decisiones difíciles y muchas horas de prueba y error. Esta conversación es para quienes quieren crear lugares que sanen, inspiren… y funcionen.